Poesía juvenil-1923-1930 (edición bilingüe)
Cesare Pavese [+]
ISBN-978-987-8952-46-8
Traducción de Jorge Aulicino
Por Alberto Cisnero
Cesare Pavese tenía para sí que “escribir es lindo porque reúne dos alegrías a la vez: hablar solo y hablarle a muchos otros”. Dispersos en cartas remitidas a distintos corresponsales, en hojas sueltas, en cuadernos manuscritos y aún en la eventual prolijidad que entonces aportaba una máquina de escribir mecánica, acumuló una obra que había conocido lectores de manera fragmentaria y accidentada. Bajo la forma expresa del verso regular (sonetos, cuartetas rimadas), entre la manifiesta tensión del poeta decadente y el cultor de los clásicos (Dante, Petrarca, Leopardi), se prefiguran los temas que el autor desarrollaría luego, con denodada profundidad, en su primer libro: el verano aventurado, las colinas, las mujeres de cuño (la búsqueda frenética de ellas), la vida en las ciudades (la música que las glosa), lo que se recuerda como testigo (o como sospechoso), el arte y el amor (u otras palabras fáciles de escribir, aleves y baratas).
La “Poesía juvenil (1923-1930)” no conocía, hasta la fecha, traducciones en nuestra lengua. El poeta Jorge Aulicino presenta al desocupado lector, versiones que articulan un mito, una forma de la verdad que no requiere demostración porque se impone por sí misma: no es algo que pueda hallarse entre las dos tapas de un libro (y eso también implica lo que alguien quiso saber en Turín o en Buenos Aires y que ya no volvería a ver ni en esas ciudades ni en la vida).
Leer más
Poemas inéditos (edición bilingüe)
ISBN-978-987-8952-25-3
Traducción de Jorge Aulicino
Por Alberto Cisnero
Cesare Pavese escribió poemas, novelas, cuentos, ensayos, cartas y un diario. También fue traductor. El fascismo lo detuvo, juzgó y recluyó (siempre le tiraron del mismo lado, nunca se posicionó en el medio). Cuando su amigo Giulio Einaudi fundó una editorial y dos revistas, él intervino en el proyecto. Se mató en Turín, en el hotel Roma, el 27 de agosto del año cincuenta del siglo pasado.
El presente volumen (bilingüe) incluye aquellos poemas que Italo Calvino compilara, anotara y publicara doce años después bajo el título de “Poesía édita e inédita” (Torino: Giulio Einaudi editore, 1962) —textos no incluidos en “Trabajar cansa” ni en la serie de “Vendrá la muerte y tendrá tus ojos”, que como tal se publicó póstumamente—; esa era la obra poética conocida de Pavese hasta que Calvino presentó los inéditos (luego haría lo mismo con el “Diario”). Calvino trabajaba en Einaudi a instancias de Pavese y lo sucedería en su cargo como editor. Con posterioridad se dio a publicidad un pequeño libro con el nombre de “8 Poemas inéditos y cuatro cartas a una amiga (1928-1929)”; no hemos añadido esos poemas.
Jorge Aulicino traduce con maestría y concisión ese mundo acre y solitario de hechos, objetos y situaciones concretamente humanas que son los motivos recurrentes en la obra del autor y logra acercar a quien leyese, una tierra distinta, de dimensión épica, donde se apaga de un soplo la luz a medida que transcurren las páginas. “Palabras no, un gesto”, reclamaba Pavese (antes para sí que para el prójimo), sin intentar convencer a nadie, procurando incluirse afuera.
Cómo eran aquellos corazones de mendigos, mujeres de cuño, borrachos, presidiarios, simples maestras, durmientes, qué les hicieron, qué querían de verdad, saberlo ya no está en las manos de nadie pero lograron quedarse con ellos hasta el fin: “Nos hace falta un país, aunque sólo fuera por el placer de abandonarlo. Un país quiere decir no estar solos, saber que en la gente, en las plantas, en la tierra hay algo tuyo, que aun cuando no estés te sigue esperando”.