Jardín animal/ Cecilia A. Olguín [+]
ISBN-978-987-4044-46-4
Por Pablo Seguí
Octavio Paz tenía para sí que el acto mediante el cual alguien se funda y revela a sí mismo es la poesía. En “Jardín animal” Cecilia A. Olguín emprende un necesario trabajo de sí, donde el ser propio, jardín feraz que hasta savia perversa albergaba, pedía fuese ordenado. Y al tratarse de un terreno de esa índole, apelará a la minuciosa poda de lo indeseable y a la posterior labor purificadora del fuego. Pero se habla de un jardín animal, un jardín en el que también abundaron pasiones desatadas y un disloque de lo vivido. Y es la animal misma, en ese umbral en que se indistingue lo tan sólo sensitivo y lo ya pulsional, que incansable y agotadora se encarniza consigo hasta ocupar un sitio propio, sellado, pacificado: hortus conclusus. Podrá entonces, dejado atrás aquel pasado salvaje, recordar a los que ya no están, a quienes también ceniza son. Y acaso podrá vivir con más sosiego ("El fuego consume/ distinto a cada uno./ Apagada la materia/ perdura otro calor,/ consuelo de los cuerpos").